Yuriria, Gto. – La falta de agua comienza a sentirse en varias comunidades de la Sienega Prieta y las Caleras. El hecho no solamente incide en la cantidad de consumo de agua del ser humano, sino también en la calidad. En esta época del año arrecian las enfermedades diarreicas y baja la higiene corporal de los sectores vulnerables de la sociedad.
La población yurirense en general comienza a sentir la escasez de agua, tanto en el sector agropecuario como humano. En el último sector, los más afectados son sobre todo son las clases sociales de escasos recursos, principalmente las comunidades marginadas por el gobierno, donde el agua potable escasea, primeramente. En varias comunidades la falta de agua potable ya es tema desde hace meses e inclusive años.
La falta de agua potable tiene múltiples consecuencias para las comunidades nativas. Por un lado, se reduce la cantidad disponible de consumo de agua para las familias. Esto significa racionalizar todas las actividades relacionadas con el agua, lo que incide directamente, por ejemplo, en la higiene corporal de los niños. En tiempos de sequía, muchos niños de las comunidades se bañan acorde a la disponibilidad de agua, a veces solamente una vez por semana.
En las comunidades mismas, la falta de agua recae directamente sobre las mujeres, jóvenes o ancianas, no importa. A veces existen todavía fuentes de aguas alejadas de las comunidades, y este es el deber de las mujeres, acarrearla. Con baldes grandes sobre la cabeza, el hombro o en manos, la traen a la comunidad. Es tarea de todo el día.