ANTECEDENTES DEL MERCADO HIDALGO DE MOROLEÓN

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Hacia mediados del siglo XX, Moroleón no contaba con un edificio destinado a mercado municipal, así que la venta de alimentos y aperos debía realizarse sobre un mantel en el suelo o sobre mesas y artesas a la sombra de los arcos de cantera que rodean la plaza central.

Fue hasta la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), a petición de la administración local y por gestión del diputado Manuel Cos, que se consiguieron recursos para construir una obra ex profeso para ese fin. Tal obra quedó a cargo del Arq. Francisco Artigas y de la oficina de planeación urbanística del estado de Guanajuato.

El 24 de enero de 1965, el jefe del departamento de obras públicas del Estado hizo entrega de las instalaciones del Mercado a las autoridades municipales, y el 17 de diciembre de 1965, el C. Presidente de República Lic. Don Gustavo Díaz Ordaz, acompañado por el gobernador del Estado, Lic. Torres Landa, realizó el acto de inauguración oficial. Entre tanto, el cargo de primer administrador recayó sobre el C. Fidel Ortiz Cerna. Así, el 9 de febrero 9 de ese año, se comenzaron a cambiar al mercado todos los puestos semifijos que anteriormente se establecían sobre los portales del Centro Histórico.

EXPLANADA DEL MERCADO HIDALGO

Además de las instalaciones comerciales del Mercado, gobierno federal habilitó una bella explanada en el lado oriente del inmueble, en cuyo zócalo se construyó una fuente monumental.

En 1973, durante la presidencia de don Efraín Martínez Gutiérrez, se vendió una fracción de esa plaza a la compañía Teléfonos de México con objeto de habilitar una central telefónica en esta localidad. Los trabajos de obra, sin embargo, se llevaron a cabo durante la siguiente administración, presidida por don Jesús Zavala Bedolla.

A principios del año 1981, a causa de la creciente demanda a nivel nacional de productos textiles elaborados en Moroleón y, por consiguiente, de espacios para el comercio local, se comenzaron a instalar sobre esa explanada vendedores ambulantes y semifijos algunos de ellos en puestos improvisados de madera, que fueron generando un aspecto de crecimiento comercial desordenado y poco agradable. De ahí que durante la administración del Dr. Jorge Villafuerte se acordó lotificar la Explanada, lo que implicó la demolición de aquella fuente.

En la actualidad, en esa zona se encuentran varios locales donde se ofrecen una amplia variedad de prendas de vestir (vestidos, blusas, faldas, pantalones, playeras, zapatos, sombreros, cintos, etc.).

Agradecemos al LDG Gilberto M. Díaz por compartir esas bellas imágenes y datos adicionales con esta comunidad de lectores.

Imágenes tomadas de la revista «Arquitectos», n.° 23, año: 1965. Editor: Arq. Jorge Gleason

Información y foto de Moroleón: instantes del ayer

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